Hace 30 años más o menos empecé a escuchar de esta curiosa meseta ubicada al interior de la reserva nacional Altos de Lircay. Desde entonces se hablaba de una pista de aterrizaje alienígena, que difícilmente esta estructura podía haber sido creada por el simple capricho de la naturaleza.
Desde hace un tiempo que me dio por subir cerros y hacer tracking de montaña. Me bajó el amor por la naturaleza después de que nos vimos despojados del equipo. El tracking es un deporte piola, se puede hacer con pocos recursos, es entretenido y muy potente. Además se van ampliando las metas y a los cerritos que habitualmente estaba acostumbrado a subir le he querido poner un poco más y la semana pasada nos desafiamos con un primo a subir a la plataforma del enladrillado a unos 2.100 mts. Sobre el nivel del mar en la cordillera talquina.
Desde Talca se llega hasta la localidad de Vilches alto en 1 ½ o 2 horas dependiendo del medio de transporte. Los buses que salen desde Talca llegan hasta las mismas puertas de la reserva en esta época en invierno es un poco más complicado por la nieve.
Llegando a la reserva nacional las alternativas son dos. Se puede acampar en el camping de CONAF ubicado a 3 kms. de la entrada del parque o si se prefiere se puede caminar hasta la zona del refugio que es la zona de camping habilitada en el cruce que va hacia el valle del venado o hacia el enladrillado y la laguna El Alto. Ese camping, a diferencia del de la CONAF, es agreste, no cuenta con más servicios que un refugio que es de la CONAF, no hay agua potable ni zonas para realizar fuego. El agua que ahí fluye es de vertientes y esteros. Desde el camping de la CONAF hasta el refugio hay a lo menos 3 horas de caminata a través del bosque nativo. La recomendación es pernoctar en la CONAF y hacer el sendero en la mañana temprano o bien, llegar en el día hasta el refugio y desde ahí subir hasta el enladrillado a una hora prudente.
Saliendo del refugio hacia el sur por un sendero de subida muy bien demarcado se sube hasta el enladrillado. Son al menos dos horas más de caminata en ascenso. Al principio por un frondoso bosque nativo y luego a plena montaña. Hay que llevar mucho agua por que no encontraran dónde abastecerse del vital elemento en varias horas más. Y el ascenso es bastante fuerte.
El camino parece cuento de nunca acabar se cruza un cerro y comienza otro, la cumbre se ve bastante lejos, pero hay que caminar derechito y con su resto de aguante verán coronado el esfuerzo al llegar a la cumbre y vean el imponente descabezado grande asomarse tras el cerro. Ahí también se ve el enladrillado a unos 300 metros.
La primera sensación que deja la planicie es que en realidad es un relleno, similar a los rellenos que se hacen para levantar las carreteras o las vías férreas. Desde la cumbre del cerro se ve perfectamente recto a pesar que está ligeramente inclinado hacia el sur. A acercarse a la planicie comienza a llamar la atención la curiosa simetría de las rocas que lo conforman ya desgastada un resto con la erosión y los años, lo que hace pensar como habrían sido estas formaciones hace miles de años, cuando recién se formaron.
Sobre la planicie el paisaje y la plataforma se vuelven más raros. Al mirar hacia el sur parece haber otras dos planicies pero son de más difícil acceso. Sobre esta misma plataforma, además del sobrecogedor paisaje que tiene como protagonistas el valle del venado, el volcán descabezado grande y el cerro azul, célebre por tener en una de sus laderas el cráter del volcán Quizapu el mismo que registra la erupción volcánica más grande que conozca la historia reciente; empiezan a aparecer curiosas formaciones geológicas que distan mucho de parecer naturales. Como ejemplo encontramos cortes en línea recta de más de 4 metros y otros cortes que están en un perfecto ángulo recto. Ambas formaciones, tanto la línea recta como el ángulo recto no existen en la naturaleza y es virtualmente imposible explicar científicamente la existencia de ellos en una formación que se supone natural. En la plataforma de más al sur se ven rocas cortadas como cubos casi perfectos.
Las 4 a 6 horas de caminata que se realizan desde la entrada de la reserva hasta el enladrillado de verdad valen la pena, un sendero de mediana dificultad que incluye selva nativa, flora y fauna autóctona, mucho desgaste físico y adrenalina, además de un paisaje hermoso. Recomendable 100% para los que les gusta el tracking y la aventura y a bajo costo.
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