martes, 20 de mayo de 2008

Senti Dos

Si tiritas un poco, si haces algún gesto como escalofríos o leves tercianas comenzaré a buscar tus zonas más sensibles...

No dejaré que la música se termine, se terminaría todo, se acabaría todo, por eso tendré que programarla para un buen rato por que iré despacito… No por que tenga que ser así, sino por disfrutar de ti es como comer chocolate, que se debe mascar de a poco, se debe disfrutar de a poco, Se saborea con dulzura, suavemente.

La música y tu estimulan mis sentidos, todos... Las yemas de los dedos le dan paso a las manos, al pecho, a toda la epidermis buscando tus vibraciones.

Envolverte en el todo, en la música, en el erotismo del ritmo suave y delicado; erótico en si mismo, en la delicadeza del tacto que se va masificando por todo el cuerpo, ya no son sólo las manos las que te sienten, ya no son sólo los dedos. Las rodillas, las mejillas la nariz, la lengua buscando tu sudor; buscando el sabor salobre y envolvente, absorbente de tu cuello, de tus labios desesperados por besar pero acariciando

El olfato buscando tus aromas... Estimulándose con tu pelo que ya tiene olor a ti, que se va impregnando y registrando en sus detalles de hedor tibio en mi conciencia inconciente. El aroma fresco en tu cabello, fuerte. Tu cuello que se contrae y estira al buscarlo para percibirlo más finamente, màs delicadamente; palparlo con todo el rostro, con los labios que ya se entre abren buscando más betas de sabor, más calor, la textura errática. Con la lengua que ya quiere ser parte de esta exploración que quiere incorporar en el juego y ser perversamente intrusa pero que aún es tierna...

Las manos buscando todos los sectores, bajando desvergonzadamente... Deteniéndose por unos instantes es tus pechos, sin saber como tomarlos. Mis manos no pueden ser naturales, son torpes buscan y anhelan más pero no quieren ser groseras, no quieren tampoco dejar pasar la oportunidad y las ganas de palpar los espacios y los montes. Los accidentes geográficos que crecen y se afirman, que se fortalecen, que se endurecen y se erizan

Esta es la parte donde se te doy el primer beso...

Tierno, potente y receptiva tu... El beso compartido y correspondido. Mi lenguas que se entrelaza con la tuya. La vista que deja de ser un sentido activo, todo lo demás es cerrando los ojos y abriendo la mente y la imaginación.

La música sigue en el entorno pero ya pasa desapercibida, es parte del ambiente pero no la escuchamos, si la necesitamos pero sólo adorna el espacio y el cuadro... El cuadro que se va fundiendo, con dos cuerpos que ya comienzan a tornarse en amorfas formas, que siguen en su desenfrenada búsqueda el uno del otro... Se van poniendo en forma horizontal, o da lo mismo en realidad, se tratan de fundir...

Tu buscando también, explorando, estimulando... tocando sin vergüenzas, con pasión...
Ya no hay frenos... Tus manos están para palpar, no se afirman sólo exploran bajo la ropa, sobre mi cuerpo... Arañan, rasguñan tratando de afirmarse, tratando de no caer en el abismo al que avanzamos inhexorablemente.

Las lenguas siguen cruzadas, los cuerpos siguen fundidos, las ropas ya estorban y asfixian. Queremos volver al paraíso. Allá desde donde fuimos expulsados por vergüenza, por querer taparnos. Queremos volver a estar en estado puro, sin nada, no hay producción, no hay complemento ahora somos tal cual como somos...

Desnudos, puros, agitados, excitados, buscando el lugar más recóndito. Buscando el hedor que emana desde dentro, buscando el gusto salobre del sudor fuete y adictivo que ya se deja sentir... Tus piernas cruzando mi cintura, mis manos afirmando tu cuerpo desde abajo. Mi lengua entrelazada a la suya, yo penetrando su intimidad con pasión y descaro... Sintiendo el calor húmedo que emana de ti... Sintiendo el gemido delicado que se deja escuchar de a poco...
Tus ojos entreabiertos... como queriendo no mirar. Tu respiración agitada, cálida, rápida que se entremezcla con los quiebres de exhalación, que se entremezcla con otros gemidos que cada vez se dejan sentir más fuertes... La humedad creciendo desde tu interior, cada vez más cálida.

Mis corazón casi saliendo desde mi interior, latiendo a la altura de mi garganta... Yo tratando captar todo de ti, de percibir todo de ti , los sonidos, los armoniosos accidentes de tu cuerpo, las profundidades de tu vientre, la exhalación profunda que aflora con gemidos cada vez más potentes... más desgarradores...

Seguir penetrando en ti hasta sacar ese grito reprimido ya nada importa hay que liberarlo, como quien libera un ángel... Hay que sacarlo de su prisión de hielo... La respiración que ya no tiene ritmo... El gemido que se transforma en grito esperando que el bendito ángel del amor pase, vuele, se libere y vaya al cielo. Que luego me mire con tu rostro empapado en sudor con los ojos sin saber si se quieren abrir o se quieen cerrar, recuperando de apoco el aliento, el ritmo cardiaco, la conciencia y la percepción de la música que aún vive delicadamente a nuestro alrededor.

Nuevamente la delicadeza del tacto que retorna desde la rudeza y hasta la ternura...
Volviendo a tocar los labios, ya no buscando los otros, sino que agradeciendo el momento, la magia...

La humedad cálida aún escurriendo entre ambos, manteniendo el abrazo, tierno y ahora delicado... La música vuelve a aparecer... Ahora sólo quiero abrazarte por más tiempo, por la mañana te volveré a besar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la verdad tengo que reconocer que no soy amante de la lectura, pero algo diferete vi en estos escritos que hoy me tome el tiempo y los leí.

espero que sigas cultivando ese don de poder dejar plasmados los sentimientos.

atte

Priscila