sábado, 27 de junio de 2009

La notable gestión de Federico Valdés

Tal vez hayan personas que quieran extrangular a carepico valdés por su gestión a cargo de la empresa concesionaria que administra la marca comercial Universidad de Chile, sin embargo su pega a cargo de la empresa de cartón azul azul s.a no es algo aleatorio y su mano en el timón de la misma no es algo que nazca de su naturaleza nerd udienta.

Lo que carepico valdés hace a cargo de esta entidad mercantil es justemente lo que los dueños de la empresa le encargan. El cargo de presidente del directorio es uno de los pocos cargos, sino el único cargo democrático que existe en la administración de una empresa y de no contar con el concenso del resto de los miembros sería imposible que este señor con cara de weón estuviera al mando.

Es probable que alguno de los miembros del directorio no esté del todo de acuerdo con la gestión de valdés y hasta aparezca diciendo lo contrario a la voz oficial, pero tengo la sensación que tiene más que ver con el manejo mediático de la situación que con las deciciones mismas o con los lineamientos que están trazados como políticas de la empresa. Ni siquiera, estas supuestas diferencias de opinión, se refieren a un tema electoral ya que no es la opinión pública ni los hinchas, ni los abonados ni mucho menos los pobres estafados con acciones de 40 lukas los que toman determinaciones respecto de los cargos directivos. Esa es potestad de los dueños de la empresa y entre ellos; y a puertas cerradas, se toman las deciciones de mediano y largo plazo y se definen las políticas de la empresa.

Quienes saben algo de administración de empresas saben que el directorio de la empresa, donde se incluye el gerente general con derecho a voz, pero no a voto; es lo que en el organigrama de la empresa se llama grupo de gestión. Sus reuniones son a puertas cerradas en una sala donde sólo pueden acceder los miembros del directorio.

En esas reuniones toman las deciciones de lineamiento. El presidente del directorio, además de presidir la reunión de los dueños del negocio, es quien debe dar la cara. La precencia del gerente es para rendir cuentas de la gestión operativa. El gerente debe indicar si se han cumplido o no los lineamientos que el directorio impuso y el directorio, decide entonces si se mantiene la línea de operación o se modifica. Dichas deciciones son en conjunto y por concenso y luego el presidente no hace sino entregarlas a la opinión pública. Carepico valdés con su cara de weon que cacha poco sale luego en la prensa diciendo, no lo que el piensa, sino lo que el directorio ha decidido.

Una eventual renuncia de valdez a su cargo no significaría ningún cambio real en la política de la empresa. esto puede incluso ser considerado como una estrategia de marqueting, si es que se entiende que ya se ha provocado un gado alto de reticencia a este señor. Una eventual renuncia de este tipo, tampoco significaría su salida del directorio.

La presencia de un nuevo director en la vocería o como presidente tampoco debe significar un cambio en el trato abusivo para con los clientes de la empresa, es lo que bien se puede llamar un simple analgésico para que el próximo pico en el ojo no sea tan doloroso. Recuerden que los hinchas jamás fueron considerados como parte integrante de esta forma de administración, sino que como simples clientes, consumidores o usuarios. En este modo de administración, no se les puede llamar de otro modo.

Para algunos de nosotros, valdés, a pesar de su desagradable precencia, no es el problema real de esta empresa, es sólo la cara visible de dicho problema.

Estafar a los accionistas no fue idea de valdés, es una política de la empresa. Engañar a la gente con un estudio que jamás se hizo no fue idea de valdés, es política de la empresa. Abusar de los clientes con el precio de las entradas no es un tema que valdés maneje por si solo, también es política del directorio. Estafar a los abonados cambiando la localía a varios cientos de kilómetros también es decición del directorio en su conjunto y por concenso, valdés sólo debe justificarlo ante la opinión pública.

En definitiva, el problema no es la cara de weón de carepico valdés. Para efectos de la empresa y el directorio de ésta, valdés ha cometido una exelente gestión, después de todo la gente sigue consumiendo y el presidente del directorio, como se llame, sigue haciendo la voluntad de la empresa...

si como dueño de la empresa me tocara evaluar el desempeño de valdés a cargo del negocio, no podría hacer otra cosa que ponerle exelente nota, considerar su desempeño como notable. No cualquiera puede manejar un negocio que carece de todo excepto de clientes por más de un año. y es que tal vez a valdés le ha tocado manejar un negocio demasiado simple. ya tiene claro que sólo necesita 11 camisetas y unos pocos paquetes pa'usarlas y los clientes llegan solos...

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